viernes, 14 de octubre de 2011

GETTYSBURG

La Batalla de Gettysburg ( al 3 de julio de 1863) se desarrolló alrededor del pueblo de Gettysburg, Pensilvania, como parte de la campaña de Gettysburg, durante la Guerra Civil Estadounidense. Ha sido la batalla que tuvo más bajas en los Estados Unidos y es frecuentemente considerada, en combinación con el sitio de Vicksburg, como el punto de inflexión de la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), marcando el inicio de la ofensiva de la Unión.[1] Fue una gran victoria para el Ejército federal y un hecho desastroso para la Confederación. El ejército de la Unión estaba comandada por el mayor general George G. Meade y los confederados por el destacado estratega, general Robert E. Lee.
En junio de 1863, Robert E. Lee atacó al ejército federal del Potomac, invadiendo Pensilvania y destruyendo las comunicaciones entre este lugar y el grueso del ejército, que se encontraba asediando la ciudad de Vicksburg. Abraham Lincoln mandó entonces a su mayor general Joseph Hooker a movilizarse con su ejército, pero fue relevado en la víspera de la batalla por el también mayor general George G. Meade.
Los primeros ataques unionistas se produjeron el día 30 de junio, aunque oficialmente la batalla comenzaría al día siguiente. El día 30 de junio por la tarde, los dos bandos llegan a encontrarse. Un joven teniente de caballería unionista es el que inicia el ataque al dar la orden de disparar a una columna de infantería sudista, a lo que éstos replicaron con una descarga de fusilería. Esta columna confederada iba de camino a coger una remesa de botas de una fábrica de Gettysburg. Aunque los dos generales de cada bando no se encontraban aún en la zona, los jefes de las avanzadillas de la Unión decidieron atacar, ocurriendo así el primer contacto serio entre las dos fuerzas. Los generales, al enterarse, enviaron tropas para rechazar al enemigo. Los dos ejércitos se encontrarían el 1 de julio, dándose por oficial el comienzo de la batalla. Este día se reúnen más de 150.000 soldados, 83.289 por parte unionista y 75.054 por la parte confederada. En cualquier caso, la cifra más alta alcanzada en suelo americano.
Durante los dos primeros días hay más bajas en el lado de la Unión, aunque no debilita del todo a sus tropas, ya que se podían permitir perder más hombres que los confederados, al ser éstos menos en número. Este hecho se repitió muchas veces en la Guerra Civil Americana, lo que llevó a que el teniente general Ulysses S. Grant fuese llamado el carnicero, ya que no le molestaba intercambiar bajas [cita requerida]. El 3 de julio se produjo un gran duelo de artillería entre los 230 cañones, de un lado y otro. Los confederados, entonces, lanzaron un enorme ataque con 14.000 soldados contra sus enemigos, al mando del mayor general George Pickett. Los unionistas quedaron sorprendidos ante tal avance y se defendieron con sucesivos ataques de artillería. En las primeras descargas ya destrozaron a las filas confederadas. Los confederados siguieron avanzando a pesar del cañoneo y las descargas de fusil de los unionistas, lo que produjo numerosas bajas. Al final tan solo 150 hombres lograron llegar a las líneas enemigas. Cerca de 7.000 hombres del Sur dejaron la vida en este último día de batalla, porque esta gran victoria unionista dejó desconsolado y exhausto a Lee, que vio su aureola de invencibilidad seriamente dañada.
   

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